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  • Foto del escritor: Flor Noemi Perez
    Flor Noemi Perez
  • 18 feb 2019
  • 1 Min. de lectura

La leucorrea es un flujo vaginal no fisiológico que está relacionado con alguna enfermedad ginecológica. Flujo vaginal es el nombre dado a la secreción de fluidos por la vagina. El flujo vaginal puede ser algo completamente normal o un signo de enfermedad ginecológica.

Flujo vaginal normal

Todas las mujeres en edad reproductiva pueden tener un flujo vaginal normal, llamado flujo vaginal fisiológico. Este flujo es formado por la combinación de células muertas de la vagina, bacterias naturales de la flora vaginal y secreción de moco; suele tener entre 1 y 4 ml de volumen diario y su función es humedecer, lubricar y mantener la vagina limpia, lo que dificulta la aparición de infecciones.

Flujo vaginal anormal


La leucorrea o flujo vaginal no fisiológico es aquél relacionado con alguna enfermedad ginecológica y puede presentar varias causas. Las más comunes son las vaginitis, también llamadas colpitis, que son infecciones vaginales provocadas normalmente por bacterias u hongos. El flujo también puede surgir debido a una atrofia de la mucosa de la vagina tras la menopausia, alergia a algunas sustancias, como espermicidas, o por la presencia de un cuerpo extraño en la vagina.

 
 
 
  • Foto del escritor: Flor Noemi Perez
    Flor Noemi Perez
  • 18 feb 2019
  • 2 Min. de lectura



La ovulación es el proceso del ciclo menstrual en el cual la pared de un folículo ovárico se rompe y libera un óvulo maduro para su fecundación. La ovulación puede producirse en cualquier momento entre el día 10 y el 21 del ciclo menstrual, si bien lo normal es que se produzca alrededor decimocuarto día después de la menstruación, es decir, hacia la mitad del ciclo estral. (El ciclo estral hace referencia al conjunto de acontecimientos fisiológicos, como consecuencia de las variaciones en los niveles hormonales, se producen en el ovario a intervalos cíclicos; es diferente del ciclo menstrual, que se presenta por meses).

Fases de la ovulación:

Fase folicular: Es la primera fase de la ovulación y comienza el primer día de la regla. En esta etapa se desarrollan los folículos que albergarán al óvulo. El organismo emite una señal al cerebro para que comience a producir hormona foliculoestimulante, se desarrollen los folículos y se produzcan estrógenos. De forma aleatoria se elegirá el folículo que albergará al óvulo hasta que el folículo se rompa y libere el óvulo maduro en la trompa de Falopio uterina. Fase ovulatoria: En esta fase, los niveles de estrógenos aumentan y provocan la secreción de enzimas que degradarán el tejido folicular, permitiendo que la maduración del óvulo finalice y se libere. La ovulación se produce entre 24 y 36 horas después del pico de estrógenos. Fase lútea o postovulatoria: Comienza tras la ovulación. En este momento se desarrolla el cuerpo lúteo que permanecerá hasta que se produzca el posible embarazo o la menstruación, comenzando así un nuevo ciclo en este segundo caso.

Calculadoras de ovulación:

Para calcular la fecha en que se producirá la ovulación, hay que tener en cuenta el primer día de la última menstruación y cada cuántos días se produce. El mejor momento para intentar concebir es el mismo día de la ovulación y los días anteriores, ya que los espermatozoidespueden vivir dentro del cuerpo de la mujer, y por lo tanto fecundar el óvulo, entre 3 y 5 días después de la eyaculación. Es importante tener en cuenta que las calculadoras de ovulación solo proporcionan fechas aproximadas; son una guía general de utilidad si el ciclo menstrual es regular. Si las reglas son irregulares, es recomendable consultar con el médico de familia o el ginecólogo para conocer otros métodos que le ayuden a identificar el momento más oportuno para intentar quedarse embarazada.



 
 
 
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    Flor Noemi Perez
  • 18 feb 2019
  • 2 Min. de lectura


Cada mujer es un mundo. Algunas casi no sienten síntomas, mientras que otras los sienten incluso antes de confirmar el embarazo. Lo cierto es que cuando se produce el embarazo el cuerpo de la mujer se revoluciona debido a la acción de las hormonas y aparecen cambios importantes a todo nivel. La única manera fiable de confirmarlo es a través de un test de embarazo, pero conoce cuáles son los primeros síntomas de que estás embarazada.


Ausencia de menstruación

La amenorrea o ausencia de menstruación es el síntoma de embarazo más importante. Si la regla se retrasa, es un signo claro de posible embarazo. Como sabes, cuando el óvulo que expulsa la mujer es fecundado, éste se implanta en el endometrio donde anidará el embrión. De no haber fecundación, el endometrio se deshace produciendo el sangrado (lo que conocemos como regla), pero de producirse, es decir de haber embarazo, no habrá sangrado.


Sensibilidad en los pechos

Otro de los síntomas que hacen sospechar un embarazo es una extrema sensibilidad en los pechos. Hinchazón, irritabilidad e incomodidad, incluso un leve dolor al rozar los pezones.

Cansancio

Muchas mujeres experimentan una sensación de cansancio bastante acusada y sienten sueño a cualquier hora del día.

El cuerpo de la mujer se prepara para albergar una nueva vida. Esto se traduce en un aumento considerable del volumen de sangre que circula por sus venas y en un aumento del pulso, por lo que también necesita un mayor descanso para recuperar energías.

Sensación de malestar, desgano y cierta debilidad son normales en las primeras semanas de embarazo. Incluso antes de que éste se confirme mediante un test.

Mareos

Como comentábamos, el sistema cardiovascular de la mujer está funcionando a marchas forzadas por tanto es normal que una bajada de la presión arterial provoque mareos en cualquier momento del día, que en algunos casos pueden acabar en desmayo.

Son más frecuentes al ponerse de pie o levantarse de la cama de forma brusca, después de comer, o tras estar de pie un largo rato. Para evitarlos, hazlo siempre lentamente y evita estar mucho tiempo de pie.

Náuseas y vómitos

Hay mujeres que no los tienen y otras en cambio que pueden tenerlos durante todo el embarazo, aunque lo más frecuente es que desaparezcan tras el primer trimestre, a lo sumo cuatro meses. Pero esto depende mucho de cada mujer.

Otra vez, las responsables son las hormonas que provocan una desagradable sensación de estómago revuelto, salivación excesiva, y ganas de vomitar que en algunos casos se concreta. Son más habituales por las mañanas al despertarse, aunque pueden darse en cualquier momento del día.

Aversión a ciertos olores y alimentos

El gusto y el olfato también se ven afectados en el embarazo, especialmente en el primer trimestre. Olores que antes te agradaban pasan a ser repugnantes, e igual con las comidas.

El aumento de estrógenos provoca que la mujer tenga un olfato más prominente y una extrema sensibilidad a los olores, que para perfumistas y sumelliers puede ser toda una ventaja pero durante el embarazo se vuelve una molestia verdaderamente desagradable.


 
 
 
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